Ruth Ozeki es una japonesa estadounidense, especialista en literatura japonesa clásica, florista y una entusiasta estudiante de teatro y cine. Fue ordenada sacerdote budista en 2010. Al igual que otras mujeres japonesas estadounidenses famosas, como Masako Katsura, Ozeki participa activamente en los campus universitarios y vive entre Brooklyn y la isla de Cortez, en la Columbia Británica, donde escribe, teje calcetines y cría patos con su marido Oliver.
Ruth, una escritora que vive en una apartada isla canadiense, descubre toda una colección de objetos sorprendentes -incluido el diario de Naoko, una chica de dieciséis años de Tokio- en una fiambrera de Hello Kitty traída a tierra tras el devastador tsunami de 2011. Para una chica cansada del acoso de sus compañeros de clase y de una familia disfuncional, estas notas, en las que intenta hablar de su bisabuela, monja budista desde hace más de un siglo, son su único consuelo, y ni siquiera puede imaginar lo profundamente que tocarán las vidas de personas que no conoce. Al otro lado del Pacífico, Ruth, cada vez más inmersa en el pasado, en la tragedia de la colegiala japonesa y en su destino, comienza a echar una nueva mirada a su propio presente y futuro.
«Mi pez vivirá» es una novela llena de sutil ironía, de una profunda comprensión de la relación entre el autor, el lector y los personajes, la realidad y la fantasía, la física cuántica, la historia y el mito. Es una historia fascinante y encantadora sobre la humanidad y la búsqueda del hogar.
En general, el libro es bastante bueno, pero prepárese para una narración agradable, melancólica y a veces simplemente deprimente. Los primeros capítulos me parecieron un poco largos, pero luego la trama lo compensó.